Brujonomics

viernes, diciembre 31, 2010

Sería inocente pensar que sus sistemáticos yerros se deben sólo a sus anteojeras ideológicas. Estos economistas trabajan para grandes grupos nacionales e internacionales que están en desacuerdo con la actual política económica.
“La economía crecerá un 3,5 por ciento en 2010, gracias al viento de cola que vendrá del exterior. La inversión crecerá apenas un 2,0 por ciento. La desocupación trepará al 11,1 por ciento y caeremos en un déficit fiscal del 2,5 por ciento.” La afirmación la hizo Miguel Angel Broda a Clarín el 6 de diciembre de 2009. La realidad es que el año cerrará con un crecimiento cercano al 9 por ciento, con un incremento de la inversión del 17 por ciento, superávit fiscal primario del 2,7 por ciento y un desempleo del 7,5 por ciento. Broda erró otra vez y van... 
Cada año, al llegar diciembre, los economistas de la city difunden sus pronósticos. Aunque se vienen equivocando desde hace siete años, insisten con una perseverancia digna de mejor causa. En ese mismo artículo, Mario Brodersohn estimó un crecimiento máximo del 4 por ciento, una desocupación del 11 por ciento y déficit fiscal del 1 por ciento. El 3 de enero de este año Orlando Ferreres afirmó en el diario Perfil que “no hay forma de crecer más del 3 por ciento, porque tendremos cuellos de botella energéticos”.

La economía de 2010 contradijo (cuando no dejó en ridículo) las profecías de dirigentes opositores o economistas de postín. Repasemos las más tonantes, a vuelo de pájaro. Crecimiento cero o irrisorio; caída a pique de las reservas, rechazo del canje de deuda, inflación espiralizada, importación de trigo y carne, “n” catástrofes adicionales. El crecimiento se sostuvo, el desendeudamiento avanzó, las reservas del Banco Central son record, la demanda se mantiene a niveles altísimos, tanto como la producción de automotores... hasta las intratables corporaciones “del campo” bajaron el tono, más interesadas en llevársela con pala que en cortar rutas.

Dictan prisión perpetua para Videla y Menéndez

miércoles, diciembre 22, 2010

El Tribunal Oral Federal 1 dictó este miércoles la sentencia condenatoria a prisión perpetua para los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez , en el juicio por delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

Los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Lascano y José María Pérez Villalobos, resolvieron que Videla es responsable de los delitos de imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima (30 hechos en concurso real), homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (29 hechos en concurso real), y tormentos seguido de muerte (1 hecho).

La sentencia le impone la prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua, más accesorias legales y costas, y se ordena el inmediato alojamiento en la unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.

Precios

lunes, diciembre 13, 2010

Informe especial Supermercados e inflación
Las cadenas de súper e hipermercados venden casi el 60 por ciento de los alimentos y bebidas que se consumen en el país. Seis empresas manejan el 85 por ciento del sector e imponen condiciones a los proveedores. El margen neto promedio sobre facturación de las cadenas de Europa y Estados Unidos es del 1,5 por ciento, mientras que en la Argentina escaló al 3,8. Con ese poder, las grandes distribuidoras son formadoras de precios, a las que hay que mirar en el actual contexto de remarcaciones.
 

LA CORTE SUPREMA DE ESTADOS UNIDOS INTERVIENE EN UNA MEGACAUSA CONTRA WAL-MART

martes, diciembre 07, 2010

La mayor demanda por sexismo laboral
El tribunal superior de ese país aceptó estudiar el caso de una acción colectiva contra la cadena de hipermercados. Un millón y medio de mujeres reclaman por la discriminación que sufren al ganar menos que los varones y no poder ascender.
La demanda colectiva más grande de la historia contra una empresa llegó ayer a la Corte Suprema de Justicia estadounidense. El máximo tribunal de ese país aceptó tratar el caso: alrededor de un millón quinientas mil empleadas y ex empleadas de la cadena de supermercados Wal-Mart reclaman cobrar como sus compañeros varones, quienes, según la denuncia, ganan más por hacer tareas idénticas y tienen prioridad en los ascensos laborales. El tema llegó a la Corte porque Wal-Mart, acusada de discriminación sexual, apeló un fallo anterior y busca frenar esta megacausa. De aceptarse la demanda colectiva, la empresa afrontaría un juicio por daños y perjuicios por más de mil millones de dólares.
La primera en alzar la voz fue Stephanie Odle, en 2001. La mujer trabajaba como asistente del gerente en una sucursal de San Francisco de la tienda de productos electrónicos, Sam’s Club, que pertenece a Wal-Mart. Se enteró de que habría una prueba para ascender a gerente para uno de sus tres compañeros. Ella no fue invitada. Luego supo que otro colega que trabajaba en su mismo puesto ganaba 23 mil dólares más que ella al año.
 Entre las siete, el caso de Betty Dukes resultó el más convincente. Ella trabaja desde 1994 como recepcionista en Wal-Mart en Pittsburg y sigue en el mismo puesto. Nunca le ofrecieron un ascenso; hasta el día que se presentó en tribunales no le habían aumentado el sueldo: durante nueve años cobró 8,44 dólares por hora. Wal-Mart fue denunciado en Estados Unidos y en otros países, entre ellos Argentina, por impedir cualquier tipo de actividad sindical. Dukes no renunció, dijo hace poco, porque le costaría mucho conseguir otro trabajo, luego de boom mediático del caso.