Estados Unidos le ofrece "todo tipo de ayuda" a los rebeldes libios para derrocar a Gaddafi

lunes, febrero 28, 2011

Estados Unidos tomó contacto con las fuerzas rebeldes y les ofreció "cualquier clase de asistencia" para terminar con el régimen de Muammar Gaddafi, según anunció la secretaria de Estado norteamericana, Hilllary Clinton.
Washington, sin embargo, no desea aparecer tomando una decisión unilateral, por lo cual a partir de mañana Clinton se reunirá en Suiza con sus colegas árabes y europeos para precisar y coordinar esa ayuda.
Los rebeldes, entretanto, comenzaron un proceso de coordinación de los esfuerzos militares contra el régimen.
"Estamos conversando con diferentes líderes libios en el Este mientras la revolución se traslada hacia el Oeste", explicó Clinton antes de salir de Washington. "Estamos listos y preparados para ofrecer cualquier tipo de asistencia" a los insurgentes contra Gaddafi, añadió.
Aunque la secretaria de Estado advirtió que "todavía es muy pronto para ver cómo va a funcionar esto", es claro que el mensaje que la Administración norteamericana quiere enviar es el de que su ayuda a los grupos insurgentes no tiene por qué limitarse a la de carácter puramente humanitario.
En la medida en que el conflicto se prolongue, los opositores a Gaddafi pueden requerir asistencia militar, pero antes de eso Estados Unidos y sus aliados podrían facilitar apoyo logístico y de inteligencia que facilitara el fortalecimiento de las fuerzas de oposición.
Los insurgentes, sin coordinación, controlan gran parte de la zona Este del país, donde se hallan los principales pozos petroleros, y están avanzando hoy (domingo 27) desde el suroeste hacia Trípoli, el último bastión de Gaddafi.
La Administración norteamericana procurar que exista una alternativa lo más sólida posible para reemplazar a Gaddafi, con quien ya no existe ninguna posibilidad de diálogo.
Barack Obama y Clinton coincidieron el sábado en que lo único que cabe pedirle al dictador libio es "que se vaya ahora", y la jefa de la diplomacia confirmó que no existen contactos con Gaddafi, ni siquiera para buscarle un lugar al que huir.
La reacción del Gobierno estadounidense responde en parte a una creciente presión interior. A diferencia de la crisis egipcia, en la que Obama fue felicitado por los principales dirigentes republicanos, la actuación de la Casa Blanca hacia Libia ha sido duramente criticada por la oposición.
Los senadores John McCain y Joe Lieberman volvieron a quejarse ayer,  sábado, de la pasividad de la Administración Obama y pidieron que Washington entregue armas a los rebeldes y reconozca al Gobierno provisional que dicen haber constituído.
Pero la política oficial sigue siendo la de coordinar los esfuerzos con la comunidad internacional.
La conversión de Libia en un estado fallido al estilo de Somalia, sin un gobierno capaz de controlar la situación y sin una oposición con fuerza para reemplazarlo, es el peor escenario imaginable en Washington.
En unas circunstancias así, no solo se agravaría el baño de sangre sino que se crearían las condiciones para la presencia de elementos antioccidentales como Al Qaeda.
Estados Unidos no cree la versión de Gaddafi de que sus enemigos están manipulados por Al Qaeda.
Una mayor vinculación norteamericana con el movimiento rebelde libio no está, sin embargo, exenta de riesgos: puede ser la oportunidad que espera Gaddafi para denunciar una invasión extranjera y ganar algunas simpatías entre su población y otros pueblos árabes.
Ese riesgo disminuye considerablemente después de la firme actuación del Consejo de Seguridad, que por segunda vez en su historia -la anterior fue Darfur, con la abstención de Estados Unidos- remite una violación de derechos humanos a la justicia internacional.
El siguiente paso puede incluir algún tipo de acción militar para ayudar a los rebeldes. Una de las medidas bajo consideración es la de declarar el espacio aéreo libio como zona restringida de vuelos, para evitar que Gaddafi utilice la aviación contra sus opositores, pero eso exigiría una nueva resolución de la ONU y un acuerdo de la OTAN, ambas cosas todavía difíciles de conseguir.

EE.UU. veta la resolución palestina contra Israel en la ONU

sábado, febrero 19, 2011

EE.UU. volvió a vetar una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas destinada a condenar la política de asentamientos de Israel en los territorios palestinos ocupados.

Aunque los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad apoyaban la resolución impulsada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), no salió adelante por el derecho de veto ejercido por EE.UU.

La resolución, que contaba con el visto bueno de al menos 130 países, declaraba ilegales los asentamientos israelíes en territorios palestinos y un "obstáculo para una paz justa".

"El resultado es un refuerzo de la posición palestina sobre la ilegalidad de los asentamientos como un obstáculo para la paz, lo que aisla a Israel y también a EE.UU.", agrega la corresponsal.

Además, según Plett, "no importa qué razones dé EE.UU., lo que demuestra es estar fuera de sintonía con el consenso internacional y el único país que defiende las posiciones israelíes".

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