La hora de los hornos/Náufragos desesperados

miércoles, mayo 16, 2007

Todo llega, toda paciencia y abnegación tienen un límite. Para muchos, ese límite llegó ayer a la tarde cuando un tren de la ex línea Roca (¿se dieron cuenta de que en la Argentina los ferrocarriles no tienen nombre sino ex nombres?) se detuvo a pocos metros de arrancar y sus pasajeros tuvieron que volver caminando por las vías y no sólo eso, sino que además, supuestamente, ese tren impedía que cualquier otro pudiera arrancar. Justo a las seis y media de la tarde, cuando la gente vuelve de trabajar.

Náufragos desesperados

Seis treinta. Las boleterías en semicírculo a metros de la calle Hornos están sospechosamente desiertas. Mala señal para cualquiera de los 400 mil pasajeros que diariamente toma cualquiera de las líneas del Roca, de ida o vuelta al sur de la Ciudad y su frontera bonaerense.
Los carteles electrónicos sin mensaje son de mal agüero.
La señal dispara la liturgia desesperada de los náufragos. Esa que reúne en el hall a las multitudes que arroja el subte a bocanadas. Pero también se sobrepuebla muy rápidamente por los miles que llegan en más de una veintena de líneas de colectivos. O caminando, o empujando los carritos con los que cartonean a partir de esa hora. Y en bicicleta, una modalidad impuesta por la crisis a líneas que jamás contemplaron la inclusión de furgones y que generan más caos al caos cotidiano.
¡Y no falta el funcionario idiota que acusa a grupos de activistas políticos!

Comments

2 Responses to “La hora de los hornos/Náufragos desesperados”
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Realmente los funcionarios siempre encuentran el modo de echar la culpa a alguien que no sean ellos mismos, claro. Impresiona darnos cuenta de lo dependientes que somos. Saludos cordiales y hasta pronto (si nos falla el tren, claro).

6:13 p.m.
El Mostro dijo...

Y encima el pelotudo K sale a decir que como ahora hay mucho laburo, la gente viaja más!!!!

10:42 p.m.