La presencia de niños y púberes en el mundo laboral rural supera por mucho a lo que se ve en las ciudades y lleva a situaciones límites: pibes esclavizados y pibes que hacen de “banderas” para aviones que los fumigan.
La deuda social no es exclusiva del “campo”, pero alcanza registros exorbitantes en un sector que transita una etapa de auge. La sobreexplotación y la violación de normas legales domésticas e internacionales deberían ser un capítulo en las negociaciones entre “el campo” y el Gobierno, amén de formar parte del prometido plan agropecuario. Que se sepa, no está en la mesa en la que se negocian idas y vueltas de miles de millones de dólares.
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4 Responses to “Trabajo infantil”
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Cuando leo todo esto, me siento muy irritada y rabiosa. Es muy abusivo el trato y la explotación sobre los menores, a quienes se priva de la infancia y de la adolescencia, de su etapa de aprendizaje, impidiendo con ello que puedan, en el futuro, transformar esa situación. Y así, ellos mismos propagan esos hábitos, tan gustosamente cultivados por el capitalismo salvaje. Indignante y feroz.
2:36 p.m.Besos, querido amigo.
Es la historia sin fin Isabel. Un beso.
3:32 p.m.El capitalismo reinante siempre se ovida del ser humano. Muy buena obervación.
6:45 a.m.Este tema de los niños esclavos es uno de los que más rabia me provoca. Saludos!
3:43 p.m.Publicar un comentario